Es lo que tiene la multiculturalidad-alianza de civilizaciones o lo que sea- que se empieza canibalizando a la madre, después tienes una fijación en las ubres de las demás mujeres de buen ver y mejor tocar y al final terminas exigiendo que el explorador de la cena esté poco hecho…
Lo mejor de la leche materna es el envase: el tetabrick.
Bueno, está bien, sé ir solo a la neverra.
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Si, como mantiene Griñán, mamar de la madre es una forma de canibalismo, Chaves debería comprobar que no le falta ningún pedazo.
A ver qué hay en la neverra hoy de menú.
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Prefiero pensar eso a que se lo haya gastado Berlusconi, que más que inversión habrá hecho gasto “corriente”.
Vale, neverrazo…
