¿Estamos aún en horario infantil? Creo que no, así que les cuento un chiste que traigo calentito.
Palacio de la Moncloa. Puerta principal. Sale José Luis con sus maletas y Mariano entra con las suyas:
- ¡Puaj! Oye, José Luis, aquí huele a demonios. ¿No me habrás hecho la clásica bromita de dejarme una plasta escondida debajo de algún mueble?
- Nooooo, por Dios, Mariano. Lo que huele así es la que me dejó Aznar a mí, que no hemos conseguido encontrarla en estos últimos ocho años.
A ver si no se ha llevado la neverra la galerna del cantábrico…
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